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martes, 12 de abril de 2016

Segóbriga, un futuro incierto

Que el estado español no posee recursos suficientes para poder mantener en un correcto estado su patrimonio, es una constante que nos ha acompañado hasta el momento. Ya asistimos al cierre parcial de villas como la de Carranque, pero desde febrero de este mismo año estamos asistiendo al proceso que la Junta de Comunidades está llevando a cabo para cerrar el parque arqueológico de la ciudad de Segóbriga. 

Segóbriga es uno de los pocos emplazamientos en los que se pueden observar las ruinas de una ciudad completa sin que esta se encuentre dentro de ninguna ciudad actual. Por su propia historia sabemos que no fue una simple ciudad más, pues aparece registrada en los textos de Estrabón y acuñaba monedas en el siglo I a.C. Las minas de yeso translúcido que se encontraban a cercanas a la ciudad le aportaron la suficiente relevancia como para que en época del  primer emperador de Roma comenzara un proceso de embellecimiento de los edificios públicos. El teatro, el foro, la basílica y las termas fueron los monumentos que llevaron a esta construcción a alcanzar el estatus de municipium, dejando así de pagar tributo a Roma. El último de los edificios públicos de la ciudad, el circo, se construyó en el siglo siguiente. 



Este gran poso romanizante dotó al municipio de Segóbriga de un alto estatus que acabó perdiendo, pues se conoce que durante los siglos IV y V los edificios que se había construido durante la época Altoimperial, se usaron como proveedores para la construcción de la basílica que encontramos en la zona norte del yacimiento. La ciudad mantuvo cierta importancia, pues en algunos de los concilios de Toledo realizados en los siglos VI y VII así lo constatan. Situaciñon que terminará por completo en época islámica, y para finales del s XIII se puede decir con seguridad que este centro histórico había perdido completo la relevancia que había poseído en su antigüedad más tardía 

El re-descubrimiento de esta ciudad se diço gracias a Martín Al,magro Basch, quien en 1962 comienza a trabajar en la ciudad, iniciando con ella un trabajo arqueológico que se extendió en el tiempo. Y aún a día de hoy se mantiene gracias a la labor de la UCM. 


Pero todos estos trabajos no es que vayan a servir de mucho, pues este yacimiento se va a cerrar. No hay que pasar por alto la cantidad de alumnos que han visitado estas ruinas para poder conectar con el mundo clásico, todas aquellas personas que se han vuelto a sentar en las ruinas del teatro, esperando a que la compañía representase Las bacantes o Edipo rey, en los últimos años el yacimiento había sido escenario hasta de recreaciones históricas por diversas asociaciones. Nunca se le va a poder devolver la vida a una ciudad así, pues el transcurso de la historia; pero las labores que se habían realizado para recuperar la propia historia de la misma, van a ser tirados por la calle al no permitir a los visitantes la visita del mismo. 


Muchas asociaciones ya se han opuesto al cierre del yacimiento, y se están llevando a cabo diversas iniciativas que traten de frenar esta situación que parece llevar a su fin a un emplazamiento tal como este. Las últimas noticias, apenas de la semana pasada, no dejan nada en claro, más que esta parece ser una medida tomada en medio de unas extrañas circunstancias que no dejan mucho en claro, y que parecen responder más bien a lo que parece una decisión del propio Partido Popular que otra cosa. 

Sea como fuere, la incierta situación del yacimiento es una incógnita que a más de uno nos preocupa y nos entristece. En mi caso, sólo espero que el cierre nunca se lleve a cabo, pues algunos de mis mejores recuerdos de mis años de estudios en el instituto están en ese yacimiento. El cierre de él, supondría privar a una serie ingente de jóvenes de la posibilidad de tener una experiencia como de la que yo gocé. 


Nuria Álvarez Garrote





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