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miércoles, 13 de abril de 2016

La ciudad palaciega de Medina Azahara

La dinastía de los omeyas de la península había alcanzado su punto culminante cuando en el año 929, Abd al-Rahmán III proclama el califato. Para dejar patente su nuevo rango, el califa construye Medina Azahara (936-1010), una ciudad palaciega situada a solo 13 kilómetros al noroeste de Córdoba, que se convierte en sede administrativa y gubernamental de su reino.
Fue a finales del siglo XIX cuando las ruinas de la ciudad son descubiertas y desde entonces han sido puestas al descubierto en diferentes campañas de excavación. En cuanto a su edificación cabe señalar que el área fortificada de Medina Azahara forma un rectángulo de 1518 metros de longitud y 745 metros de anchura. Es importante tener en cuenta que hasta la fecha solo han sido excavados aproximadamente un 10% de los restos [Lám. 1].

 [LÁM 1.] Zona excavada de la ciudad palaciega

La ciudad palaciega se divide en tres terrazas, en la más alta de las cuales estaba situado el palacio del califa. En la terraza media se situaban las edificaciones de la administración así como el salón de recepción y las viviendas de los funcionarios y en la terraza inferior se encontraban la gente del pueblo. Las excavaciones anteriores se realizaron solo en las terrazas superior y media, y por lo tanto solo afectaron directamente al distrito palaciego. Aquí, restos arqueológicos y característicos de la decoración del edificio, es decir, la conservación de fragmentos, ha permitido clasificar este palacio en la fase temprana de Medina Azahara. Las zonas que aún no se han excavado corresponden a las edificaciones de la terraza inferior o de la planicie, pero se ha podido detectar, gracias a la utilización de las fotografías de infrarrojos, la posición de otras edificaciones y estas podrían aportar nuevas informaciones sobre la vida de los habitantes de la ciudad.

Su importancia como ciudad palaciega y sede del califato fue muy elevada pero se redujo cuando Almanzor, primer ministro y regente del califa Hixem II, todavía menor de edad, fundó en las cercanías de Córdoba la residencia de Madina al-Zahira (978-980). El final de Medina Azahara llegó en 1010 cuando grupos rebeldes bereberes destruyeron el que había sido el monumento más característico del Califato de Córdoba, si bien cabe destacar que las ruinas de la ciudad estuvieron pobladas hasta  principios del siglo XII. 

Bibliografía:

Vallejo, A. (2010) La ciudad Califal de Medina Azahara. Arqueología de su excavación. Córdoba: Almuzara

VV. AA. (2012) Islam: arte y arquitectura. Barcelona: Ullman


                                                                        ALBA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

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