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domingo, 1 de mayo de 2016

Antonio Blanco Freijeiro
(1423-1991)

Como había mencionado en mi anterior post, llega el turno de dedicarle esta nueva entrada a la figura de Don Antonio Blanco Freijeiro, arqueólogo e historiador del arte clásico.

Nació en Pontevedra en 1923 y falleció en Madrid en 1991. En cuanto a su formación disfruto de numerosas becas que le permitieron viajar y formarse académicamente. Trabajó dos años en Oxford, de 1947 a 1949 gracias a una beca del Conde de Cartagena, bajo la dirección de los profesores Beazley y Jacobsthal. También consiguió la beca Humboldt, a raíz de la cual se trasladó a la Universidad de Heidelberg donde coincidió y estudió junto al etruscólogo Herbig, durante los años 1954 y 1955. Cuatro años después gano por oposición la Cátedra de Arqueología de la Universidad de Sevilla. Fue discípulo del profesor Antonio García y Bellido al que sucedió, en 1973, en la docencia de la Universidad Complutense de Madrid. Relevante es también su estancia en el Museo del Prado como conservador ya que le ayudó en su estudio de la escultura clásica.

Su amplia bibliografía nos revela a un autor prolífico, que desde el principio estuvo muy preocupado por la enseñanza. Publicó dos excelentes manuales, Arte Griego, en 1956 y Arte Antiguo del Asia Anterior, en 1972 que llenaron un vacío en la educación universitaria española. También a él se debe la publicación de tres importantes estudios referentes a la orfebrería galaica en los que hace un profundo y exhaustivo análisis de la joyería prerromana en la Península Ibérica. 

Su atracción por los mosaicos, hecho que demuestran los estudios dedicados a estos, hizo que a él se le encomendaran los dos primeros volúmenes de Corpus de Mosaico de España de 1978 dedicados a los mosaicos de Mérida e Itálica, dos zonas en las que pasó largos periodos por el interés que despertaban sus yacimientos. Por último, y aunque era un arqueólogo clásico, su interés por las artes de los pueblos prerromanos hizo que publicara en 1976 Cuadernos de seminario de estudios cerámicos de Sargadelos, dedicando así un gran esfuerzo a la cerámica ibérica de Andalucía y Levante.




Para finalizar, es importante destacar su participación en diversas excavaciones. Como afirmó el historiador José María Blázquez (1926-2016), no sintió especial atracción por estas pero eso no impidió que formara parte de numerosos equipos de trabajo, siempre con un papel fundamental. El profesor Blázquez, al que pronto dedicaré una entrada con ocasión de su reciente fallecimiento, recopiló su trabajo en un artículo publicado en 1994 nombrando las excavaciones en las que estuvo y la importancia de estas y que me ha parecido adecuado trascribir:

“la Lanzada, excavación fundamental para el conocimiento de las relaciones comerciales de los pueblos del NO hispánico con la Galia y de la situación económica de los galaicos; Río Tinto, excavación de un poblado minero indígena que proporcionaba plata a los colonizadores fenicios asentados en la costa, obteniendo el mineral con técnicas traídas por los Fenicios del Oriente y empleadas en sus explotaciones en Asion-Geber; Peal del Becerro, donde por primera vez se excavan tumbas oretanas del siglo IV a. C. semejantes a las de Chipre; Tejada la Vieja, poblado minero con unas imponentes murallas, excavado y publicado después por J. Fernández Jurado; Ategua, gigantesca fortificación donde César sitio a los partidarios de Pompeyo antes de la batalla de Munda; y en prospecciones mineras en Huelva en compañía de una de las mayores autoridades mundiales sobre el tema, B. Rothenberg, donde se aplicaron sistemas arqueo-metalúrgicos, demostrándose que las explotaciones mineras comenzaron en Occidente antes que en Oriente. El futo de todas estas prospecciones fue una obra fundamental firmada por ambos: Exploración arqueo-metalúrgica de Huelva, de  1981".
J. M. Blázquez, Tres arqueólogos españoles del siglo XX, Real academia de la Historia, 1995.

El profesor Blanco Freijeiro siempre estuvo orgulloso de la escuela de arqueólogos clásicos que había formado como R. Corzo, el arquitecto Jiménez, P. León, L. Abad, J.M. Luzón, M. Bendala o  J.M. Álvarez, así como muchos otros que tuvieron la suerte de disfrutar de gran su conocimiento del mundo clásico.

Bibliografía:

Blázquez, J.M., VII Jornadas de Arte. Historiografía del arte español en los siglos XIX y XX. Madrid, 22-25 de noviembre de 1994, Madrid 1995, 187-196

Díaz-Andreu, M., Mora, G., Cortadella, J., (2009). Diccionario histórico de la arqueología en España: (siglos XV-XX), Madrid: Marcial Pons


ALBA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ

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