Sobre el hallazgo arqueológico en
la necrópolis de Saqqara
En junio de 2015 los arqueólogos Paul T. Nicholson,
Salima Ikram y Steve Mills publicaron en la revista Antiquity, perteneciente
a la Universidad de Cambridge, un artículo llamado “The catacombs of Anubis at
North Saqqara”. La importancia de este gran hallazgo arqueológico radica en el
hecho de que fueron descubiertas aproximadamente ocho millones de momias
caninas en el emplazamiento que han denominado “Catatumbas de Anubis”.
Anubis, presente en los textos de las pirámides, fue uno de los primeros dioses del Más Allá y practicó
la primera momificación de la que se tiene constancia, según la tradición, al
dios Osiris. Fue convertido así, por los egipcios, en el dios momificador. En
cuanto a su iconografía se le representa en la mayoría de ocasiones con figura
humana y cabeza de cánido por lo que no
es de extrañar que, tal y como han asegurado los investigadores, el 92% de los
restos de animales momificados encontrados pertenezcan a canes y el tanto por
ciento restante a otras especies, en su mayoría aves. Es también destacable, aunque
no en relación con el Dios Anubis, como habiendo sido explorado cada rincón del
yacimiento, fue encontrado el fósil de un vertebrado marino en el techo de la
catacumba que vivió, se calcula, hace más de 48 millones de años.
Vista del interior de la catacumbas
(pasillo central).
Las catacumbas, datadas en el siglo IV a. C., poseen
un gran tamaño y se componen de un gran pasillo central y largos corredores
laterales. Han sido objeto de expolio y numerosas momias se han desintegrado
pero han quedado las suficientes como para poder afirmar con rotundidad como
los animales eran momificados en honor a los dioses. Se ha podido constatar que
los perros eran criados con este fin ya que muchos de ellos contaban con días o
incluso horas de vida cuando fueron momificados.
Se tiene constancia de este tipo de enterramientos desde el siglo XIX pero nunca unas catacumbas de tan grandes dimensiones habían sido objeto de estudio en tanta profundidad. Lo que han podido constatar los investigadores a partir del descubrimiento y posterior estudio es la importancia del culto a Anubis y los ritos funerarios con animales para el antiguo Egipto. Como afirmó Paul Nicholson, profesor de la Universidad de Cardiff, los ritos funerarios con animales también impulsaron su economía al ser el entorno del yacimiento un lugar pujante en el que convivían vendedores, mercaderes o criadores de los animales que eran utilizados en los ritos funerarios.
Solo queda concluir reafirmando la importancia que tienen este tipo de hallazgos arqueológicos al aportar numerosos datos que siguen ayudando a perfilar aspectos relativos a las formas de vida de los habitantes del Antiguo Egipto. Alba González Fernández
Se tiene constancia de este tipo de enterramientos desde el siglo XIX pero nunca unas catacumbas de tan grandes dimensiones habían sido objeto de estudio en tanta profundidad. Lo que han podido constatar los investigadores a partir del descubrimiento y posterior estudio es la importancia del culto a Anubis y los ritos funerarios con animales para el antiguo Egipto. Como afirmó Paul Nicholson, profesor de la Universidad de Cardiff, los ritos funerarios con animales también impulsaron su economía al ser el entorno del yacimiento un lugar pujante en el que convivían vendedores, mercaderes o criadores de los animales que eran utilizados en los ritos funerarios.
Solo queda concluir reafirmando la importancia que tienen este tipo de hallazgos arqueológicos al aportar numerosos datos que siguen ayudando a perfilar aspectos relativos a las formas de vida de los habitantes del Antiguo Egipto. Alba González Fernández
Muy interesante! El culto a los animales como representaciones terrenales de los dioses me sigue resultando increíble (como Thot con la garza o Bastet con el gato), surgiéndome la duda de hasta que punto y desde una perspectiva antropológica el ciudadano egipcio llega a escindir (de manera parcial) con su diferenciación y superioridad animal.
ResponderEliminarIgualmente me resulta fascinante (desde un punto religioso) la idea de criadores de animales con fines funerarios.
Adrián Sandín Galende